viernes, 13 de junio de 2014

Viernes Criticón: Godzilla

Creo que, a la hora de ver esta nueva película sobre el mitiquísimo Godzilla, deberíamos tener en cuenta varias cosas. La primera de todas es que todo espectador de mi edad debería olvidar al monstruo que asoló Nueva York allá por 1998 como consecuencia de una nefasta decisión del eternamente apocalíptico Roland Emmerich. No sólo su versión de la historia arrastraba consigo a un puñado de personajes lamentables, sino que además la creación del filme de su kaiju evidentemente se vio influenciada por los éxitos que las primeras dos entregas de Jurassic Park estaban cosechando. Y Roland, señores, no podía no apuntarse a la fiesta.

Lo segundo que deberíamos asumir antes de entrar a la sala, es que el director de esta nueva película sobre el que probablemente sea el monstruo más famoso de la gran pantalla (lo siento, siempre he tenido menos debilidad por King Kong) es Gareth Edwards. El mismo Gareth Edwards que dio a luz la aclamada Monsters, es decir, un director que sabe hacer películas sobre monstruos y al que, encima, le gusta y se le da bien. Por lo tanto, ¿por qué tanta sorpresa?



● Año: 2014
● Director: Gareth Edwards
● Cast: Aaron Taylor-Johnson, Ken Watanabe, Elizabeth Olsen, Sally Hawkins, David Strathaim, Bryan Carston, Juliette Binoche.
● Música: Alexandre Desplat
● Duración: 124min

Partiendo de la asunción de esos dos premisas, no debería extrañar a nadie que Godzilla fuese una película de monstruos (atención al plural) en la que no sólo encontraremos a la prototípica familia que, como consecuencia de los ataques de gigantescas criaturas, ve cómo los destinos de sus integrantes son dirigidos en direcciones muy opuestas motivando así al cabeza de familia a “volver a casa” con su mujer y su hijo, sino que además presenciaremos una lucha de titanes liderada por el mítico Godzilla y unas criaturas muy garethedwardsianas que, probablemente, resulten molestas para muchos.

¿Por qué podrían resultar molestas? Por la simple razón de que los dos insectos gigantes funcionan como dos monstruosos co-protagonistas que le roban mucho tiempo en pantalla a la criatura que da nombre a la película. Y esto al final conlleva una inevitable consecuencia: Godzilla no sale tanto en la película como muchos querrían. ¿Es eso malo? No lo creo, simplemente la película deja de funcionar como una obra para y por el pseudo-dinosaurio y en su lugar pasa a ser un auténtico filme de monstruos.


Ya que mencionamos el tiempo de aparición en pantalla de Godzilla, me gustaría desmentir que la presencia de Bryan Carston en ella es casi igual de superflua que la de Juliette Binoche. La que ha funcionado como pieza clave en el marketing de la película juega un diminuto papel en ella que, seguramente, decepcione a más de uno de los espectadores que, al mismo tiempo, son seguidores de la serie Breaking Bad. Sintiéndolo en el alma, y a pesar del gran potencial que Carston tiene como actor, Walter White no llega a superar ni tan siquiera la mitad de la película (o, por lo menos, lo que a mí me pareció la mitad).

Tampoco lo hace Elizabeth Olsen, una actriz hecha y derecha que, a pesar de que nos deleita con una actuación que no sorprende (espero que todos supieseis de antemano que la hermana de las gemelas Olsen actúa muy bien) no consiguió que a su personaje se le diese más peso en una trama en la que, de mil y una formas distintas (y, sobre todo, teniendo en cuenta la profesión de su personaje), se le podría haber dado más vida de una forma más que notable. Sin embargo, las cámaras optan por centrarse en el que una vez fue el protagonista de Kick Ass: Aaron Taylor Johnson, quien ahora interpreta de forma convincente a uno de esos héroes americanos que, a pesar de querer con todo su corazón a su familia, no deja de meterse en líos que le terminan llevando al campo de batalla de los monstruos.


En definitiva, Godzilla es una película de monstruos en la que, de forma vulgarmente eficaz, se introduce la mítica odisea de un padre que lucha por reunirse con su familia y, ya de paso, salva al mundo entero de la satisfactoria aparición de unos monstruos que sólo luchan por sobrevivir en un planeta que se les queda muy pequeño: tan pequeño que la ciudad de San Francisco termina reducida a unas cenizas que ni la Metrópolis de El Hombre de Acero.

Si Godzilla resulta interesante es porque no deja de ser uno de los filmes más jugosos de la cartelera de esta semana (junto con la perfectísima X-Men: Días del Futuro Pasado), porque Alexandre Desplat cambia de registro musical sin decepcionar, porque uno presenciará un caos absoluto trasladado a la gran pantalla de forma más que efectiva, y porque la figura de Godzilla se vuelve aún más legendaria. 

Y no, eso último no lo digo porque escupa fuego azul (¿spoiler?).

●Te gustará si: quieres ver una película hecha y derecha, no de Godzilla, sino de monstruos en general.

● No te gustará si: esperas que Bryan Carston sea el protagonista de la película.

Jerry

3 comentarios:

  1. En definitiva, Godzilla es una película notable, muy entretenida, interesante y recomendable; que mantiene la esencia del famoso personaje japonés, y realiza un sensacional y brutal despliegue de efectos visuales que hay. Súper recomendable.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Es como todo tiene una excelente historia de humanidad y aparte un mostro que da ese toque increíble pero sobre todo es una gran película Godzilla ahora con las nuevas tecnologías es más que sorprendente .

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...